(Versos con acompañamiento)
Si me preguntas por las cinacinas,
te hablaré de los ojos de las chinas;
si me preguntas por las sierras claras,
te pediría que me acompañaras.
Aquél es un zorzal, éste un hornero.
Pregúntame por todo lo que quiero;
por la mujer, pregúntame, y el hombre;
amigos todos sin saber su nombre.
Campo de piedra gris, sombra de toro
y las barras del día, barras de oro.
Con la fresca ensillemos y al camino,
a montear, en picada de Quirino,
o al Batoví, donde la Virgen duerme,
india de tierra y, como tierra, inerme.
Soy un cantor que canta para adentro,
mas en todos los pájaros me encuentro;
oye al dorado, escúchalo al jilguero,
ellos te dicen dónde te quiero.
Campos azules de la madrugada,
las nubecillas de la borregada,
el humito del rancho y las gallinas;
si me preguntas por las cinacinas...
Aquí se sella la amistad a mano,
bajo el ancho sombrero del paisano,
en medio de la noche, tan sombría.
dame un tordillo para hallar el día.